dijo a todo el pueblo: 'Esto dice el Señor, Dios de Israel: Vuestros padres, Téraj, padre de Abrahán y de Najor, vivían antiguamente al otro lado del río Éufrates y adoraban a otros dioses.
Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir, si a los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río o a los dioses de los amorreos, cuya tierra ocupáis; yo y mi casa serviremos al Señor'.
Dirás: Esto dice el Señor a Jerusalén: Tus orígenes y tu nacimiento proceden de la tierra de los cananeos; tu padre fue un amorreo y tu madre una hitita.
Tomarás de nuevo la palabra y dirás ante el Señor, tu Dios: Mi padre era un arameo errante, que bajó a Egipto. Allí se quedó con unas pocas personas más; pero pronto se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa.
Ellos dieron a Jacob todos los dioses extranjeros que poseían y los anillos que llevaban en las orejas, y Jacob los enterró bajo la encina que hay cerca de Siquén.
Que el Dios de Abrahán y el Dios de Najor -el Dios de sus padres- hagan valer el derecho entre nosotros'. Entonces Jacob juró por el Terror de Isaac, su padre.
¡Pero aquel en cuyo poder encuentres tus dioses, no vivirá! Delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tuviera tuyo y llévatelo'. Jacob no sabía que los había robado Raquel.