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Referencias Cruzadas

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Josué 2:3

Biblia Martin Nieto

Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rajab: 'Saca a los hombres que han entrado en tu casa, porque son espías'.

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15 Referencias Cruzadas  

los jefes amonitas dijeron a Janún: '¿Tú crees que David te envía consoladores con el fin de honrar a tu padre? ¿No los habrá enviado más bien con el fin de explorar, espiar y destruir el país?'.

La misma noche en que Herodes iba a hacerlo comparecer, Pedro estaba dormido entre dos soldados, atado con cadenas; los centinelas montaban la guardia en la puerta de la cárcel.

Lo prendió, lo encarceló y mandó que lo custodiasen cuatro piquetes de cuatro soldados, con intención de hacerlo comparecer ante el pueblo después de la pascua.

Pilato salió otra vez fuera y les dijo: 'Ved que os lo saco para que sepáis que no encuentro en él culpa alguna'.

El malvado es respetado en el día del desastre, el día de la ira se ve libre.

los jefes amonitas dijeron a Janún: '¿Tú crees que David te envía consoladores con el fin de honrar a tu padre? ¿No los habrá enviado más bien con el fin de explorar, espiar y destruir el país?'.

Y sacaron de la caverna a los cinco reyes: al rey de Jerusalén, al de Hebrón, al de Yarmut, al de Laquis y al de Eglón.

'Saca del campamento al blasfemo, pongan sobre su cabeza las manos todos los que han oído la blasfemia, y sea matado a pedradas por toda la comunidad.

Nosotros le dijimos: Somos gente de bien, no somos espías.

Unos tres meses después le contaron a Judá: 'Tu nuera Tamar se ha prostituido y ha quedado encinta'. Judá dijo: 'Que sea sacada y quemada'.

Llegó al rey de Jericó la noticia en estos términos: 'Unos israelitas han venido aquí esta noche para explorar el país'.

Pero ella los escondió y dijo: 'Sí, esos hombres vinieron a mi casa, pero yo no sabía de dónde eran;

Llegaron los servidores de Absalón, entraron en la casa de la mujer y le preguntaron: '¿Dónde están Ajimás y Jonatán?'. La mujer les contestó: 'Pasaron en dirección al río'. Los buscaron y, al no encontrarlos, se volvieron a Jerusalén.

Sísara le dijo: 'Quédate a la puerta de la tienda, y si viene alguien preguntando: ¿Hay aquí algún hombre?, responderás: No'.




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