Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sittín dos espías con esta consigna: 'Id a explorar la tierra de Jericó'. Ellos fueron y entraron en casa de una prostituta llamada Rajab, y se alojaron allí.
Y los cinco hombres que habían ido a explorar el país entraron, se apoderaron de la imagen tallada y chapeada, el efod y los ídolos familiares, mientras que el sacerdote estaba a la entrada de la puerta con los seiscientos hombres armados.
Los de Dan enviaron a cinco hombres valientes de Sorá y Estaol para reconocer la región y explorarla. Les dijeron: 'Id a explorar la tierra'. Los cinco hombres llegaron a la montaña de Efraín, a casa de Micá, y allí pasaron la noche.
Los cinco hombres que habían ido a explorar el país dijeron a sus compañeros: '¿No sabéis que en esta casa hay un efod, ídolos familiares y una imagen tallada y chapeada? Pensad lo que conviene hacer'.
Pueblo mío, recuerda lo que tramaba contra ti Balac, rey de Moab, y lo que contestó Balaán, hijo de Beor. Acuérdate de Sitín y de Guilgal, para que conozcas las obras justas del Señor'.
Entonces se acordó de los sueños que había tenido referente a ellos, y les dijo: 'Vosotros sois espías; habéis venido para ver los puntos débiles del país'.
Enviad uno de vosotros a buscar a vuestro hermano y los demás quedad prisioneros. Así se comprobarán vuestras palabras, y se verá si decís o no verdad. Si no, ¡vive el Faraón, que sois espías!'.