Después me dijo: 'No temas, hombre preferido por Dios, la paz sea contigo; sé fuerte y ten ánimo'. Al hablarme así me sentí reanimado y dije: 'Hable mi Señor, pues me has confortado'.
Ten valor y firmeza para cumplir fielmente todo lo que te ordenó Moisés, mi siervo; no te desvíes ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito en todas tus empresas.
Si observas los mandamientos y preceptos que el Señor ordenó a Israel por medio de Moisés, tendrás éxito. Ten valor y firmeza. No tengas miedo ni te acobardes.
Pero ahora, ten ánimo, Zorobabel, dice el Señor; ten ánimo, Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote; ten ánimo, pueblo todo de la tierra, dice el Señor. Trabajad, porque yo estoy con vosotros, palabra del Señor todopoderoso.
Esto dice el Señor todopoderoso: 'Cobrad ánimo los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día en que fueron echados los cimientos del templo del Señor todopoderoso para reconstruir el santuario.
Reside en ese país, y yo estaré contigo y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia os daré esta tierra cumpliendo el juramento que hice a tu padre Abrahán.
Y el Señor dio estas órdenes a Josué, hijo de Nun: 'Sé fuerte y ten ánimo, pues tú eres quien debe llevar a los israelitas a la tierra que les he prometido; yo estaré contigo'.
El Señor, tu Dios, pone en tus manos esta tierra; sube y toma posesión de ella, como te ha dicho el Señor, Dios de tus padres. No temas ni te acobardes.
Éstos son los dominios que yo pongo en vuestras manos. Entrad y tomad posesión de esta tierra que el Señor juró dar a vuestros padres, a Abrahán, Isaac y Jacob, a ellos y a sus descendientes.
como los israelitas anduvieron por el desierto cuarenta años, ya habían muerto los que salieron de Egipto en edad militar. Porque no obedecieron al Señor, el Señor les había jurado que no les dejaría ver la tierra que él había prometido a sus padres, tierra que mana leche y miel.
Y Josué les dijo: 'No temáis ni os acobardéis; sed fuertes y decididos, porque así tratará el Señor a todos vuestros enemigos contra los que tenéis que combatir'.
Todos los habitantes de la montaña del Líbano hasta Misrefot, al occidente, y los sidonios. Yo los expulsaré ante los israelitas. Ahora reparte por suertes esta tierra a los israelitas, como yo te he ordenado.
David dijo a su hijo Salomón: 'Sé fuerte, ten ánimo y pon manos a la obra. No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor, mi Dios, está contigo y no te dejará ni abandonará hasta que hayas concluido toda la obra para servicio del templo del Señor.