Estableceré los confines de tu territorio desde el mar Rojo hasta el mar de los filisteos, desde el desierto hasta el río; pondré en vuestras manos a los habitantes del país, y tú los echarás de tu presencia.
Todo lo que pise la planta de vuestros pies será vuestro, y vuestras fronteras se extenderán desde el desierto al Líbano, desde el río Éufrates al mar Mediterráneo.
Levantad el campamento y dirigíos a la montaña de los amorreos y a todas sus regiones vecinas: la Arabá, la montaña, la Sefela, el Negueb, el litoral, la tierra de los cananeos, el Líbano, hasta el río grande, el Éufrates.
que ha habido en Jerusalén reyes poderosos cuyo dominio se extendía sobre todo el territorio de Transeufratina y que recibían tributos, impuestos y derechos de paso.
Un carro por seiscientas monedas de plata, y un caballo por ciento cincuenta. Por el mismo precio los mercaderes se lo vendían también a los reyes hititas y sirios.