Todo lo que pise la planta de vuestros pies será vuestro, y vuestras fronteras se extenderán desde el desierto al Líbano, desde el río Éufrates al mar Mediterráneo.
Aquel día Moisés hizo este juramento: La tierra en la que has puesto tus pies te será dada en posesión perpetua a ti y a tus hijos, porque fuiste fiel al Señor, mi Dios.