Esto le sentó mal a Jonás; se enfadó mucho
Él se enfadó y no quiso entrar. Su padre salió y se puso a convencerlo.
Pero Dios dijo a Jonás: '¿Piensas que tienes razón al enfadarte por este ricino?'. Él respondió: 'Sí, tengo razón de enfadarme hasta la muerte'.
El Señor le dijo: '¿Piensas que tienes razón al enfadarte?'.
¿No puedo hacer lo que quiera con lo mío? ¿O ves con malos ojos el que yo sea bueno?
El fariseo que le había invitado, al verlo, se decía: 'Si éste fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que lo toca. ¡Una pecadora!'.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con toda libertad: 'A vosotros había que anunciar antes que a nadie la palabra de Dios; pero ya que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, nos vamos a los paganos.