Y por orden del rey y de sus magnates se publicó en Nínive este bando: 'Hombres y bestias, ganado mayor y menor no probarán bocado, no pastarán, ni beberán agua.
Allí, a orillas del río Ahavá, proclamé un ayuno para humillarnos delante de nuestro Dios y pedirle un viaje feliz para nosotros, nuestras familias y toda nuestra hacienda.