Jonás 3:6

Biblia Martin Nieto

El rey de Nínive, al enterarse, se levantó de su trono, se quitó el manto, se vistió de saco y se sentó en el suelo.

Referencias Cruzadas

Daniel 9:3

Me dirigí al Señor implorándole con oraciones y súplicas, con ayuno, sayal y ceniza.

Job 2:8

Job, con un cascote de teja para rascarse, fue a sentarse sobre las cenizas.

Lucas 10:13

'¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace ya tiempo que se hubieran arrepentido cubiertas de saco y de ceniza.

Mateo 11:21

'¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida!, porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, haría ya tiempo que se hubieran arrepentido cubiertas de saco y ceniza.

Jeremías 6:26

Hija de mi pueblo, vístete de saco, échate en la ceniza, ponte de luto como por un hijo único, con amargos lamentos. Porque cae de improviso el devastador sobre nosotros.

Jeremías 13:18

Di al rey y a la reina: Sentaos en el suelo, porque ha caído de vuestra cabeza vuestra magnífica corona.

Miqueas 1:10

No lo contéis en Gat, no lloréis en Aco, en Bet Leafrá revolveos en el polvo.

Lamentaciones 3:29

reduzca su boca al polvo, pues quizá haya aún esperanza;

Job 42:6

Por eso retracto mis palabras y en polvo y ceniza hago penitencia.

Isaías 15:3

en sus calles, vestidos de saco; en sus techos aúllan y en sus plazas, derritiéndose en lágrimas.

Jeremías 36:24

Pero no se espantaron ni se rasgaron las vestiduras el rey ni ninguno de sus servidores al oír estas palabras;

Lamentaciones 2:10

En tierra están sentados y enmudecen los ancianos de la hija de Sión; han esparcido ceniza en su cabeza, se han vestido de sayal; doblegan su cabeza hasta la tierra las doncellas de Jerusalén.

Ezequiel 26:16

Bajarán de sus tronos todos los príncipes del mar, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus vestiduras recamadas; se vestirán de luto, se sentarán en tierra, sufrirán incesantes temblores y estarán consternados por ti.

1 Reyes 21:27

Cuando Ajab oyó aquellas palabras, rasgó sus vestiduras, se vistió de saco y ayunó. Se acostaba con el cilicio y andaba muy afligido.

Jeremías 36:13

Miqueas les refirió todo lo que había oído cuando Baruc leía el libro al pueblo.