Jonás 2:4

Biblia Martin Nieto

Tú me arrojaste en el abismo, en el fondo del mar, y las olas me envolvieron; todo tu oleaje, todas tus ondas han pasado sobre mí.

Referencias Cruzadas

Salmos 31:22

Bendito sea el Señor, pues su amor me hizo un milagro en una ciudad amurallada.

Salmos 5:7

llevas a la ruina a los mentirosos, al hombre explotador y fraudulento el Señor lo detesta.

Isaías 38:17

Oh, sí, en salud se cambia mi amargura. Tú has salvado mi vida de la fosa vacía, te has echado a las espaldas todos mis pecados.

2 Crónicas 6:38

si se convierten a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de su cautividad, a la que han sido deportados; si rezan, vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia el templo que yo he construido a tu nombre,

Daniel 6:10

El rey Darío, siguiendo el consejo, firmó el documento de prohibición.

Jeremías 7:15

Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la estirpe de Efraín.

Ezequiel 37:11

Y me dijo: 'Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo: ¡Se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, estamos perdidos para siempre!

Jeremías 15:1

El Señor me dijo: 'Aunque se presentaran ante mí Moisés y Samuel, mi alma no se inclinaría hacia este pueblo. Échalos de mi presencia, que se vayan.

Isaías 49:14

Sión decía: El Señor me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí.

1 Reyes 9:7

exterminaré a Israel de la tierra que les he dado y retiraré de mi presencia el templo que he consagrado a mi nombre, e Israel será irrisión y burla de todos los pueblos.

1 Reyes 8:48

si se convierten a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de su cautividad, a la que han sido deportados; si rezan vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que tú has elegido y hacia el templo que yo he construido a tu nombre,

1 Reyes 8:42

porque se tendrá noticia de tu nombre grandioso, de la fuerza de tu mano y del poder de tu brazo; si viene a orar en este templo,

Jonás 2:7

Bajaba hasta las raíces de los montes. Yo ya me veía su eterno prisionero; pero tú, Señor, Dios mío, me salvaste de la muerte.

Salmos 42:8

Un abismo llama a otro abismo al fragor de tus cascadas; todas tus olas y tus crestas pasaron sobre mí.

Salmos 88:6

me han recluido entre los muertos, como los que cayeron y yacen en la tumba, de los que no te acuerdas más, que están dejados de tu mano.

Salmos 88:7

Me has puesto en lo más hondo de la fosa, en la profundidad y en las tinieblas del abismo;

Lamentaciones 3:54

Las aguas me cubrieron la cabeza y dije: '¡Estoy perdido!'.