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Referencias Cruzadas

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Jonás 1:3

Biblia Martin Nieto

Jonás partió, pero para huir a Tarsis, lejos del Señor. Llegó a Jafa, donde encontró una nave que se dirigía a Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para ir con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia del Señor.

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35 Referencias Cruzadas  

Mejarcón y Racón, con el territorio que queda frente a Jafa.

Caín se alejó de la presencia del Señor y habitó en el país de Nod, al oriente de Edén.

En Jafa había una discípula llamada Tabita, que significa 'gacela', la cual se dedicaba a hacer buenas obras y muchas limosnas.

Y se quedó bastantes días en Jafa, en casa de un tal Simón, que era curtidor.

y se encaró así con el Señor: 'Ah, Señor, ¿no lo decía yo ya cuando estaba todavía en mi tierra? ¿Y no fue por esto por lo que me apresuré a ir a Tarsis? Yo sabía que tú eres un Dios clemente, misericordioso y paciente, lleno de compasión y pronto a arrepentirte de las amenazas.

¡Pasad a Tarsis; ululad, habitantes de la costa!

Oráculo sobre Tiro: ¡Ululad, naves de Tarsis, pues está destruida vuestra fortaleza! Al volver de Chipre les llegó la noticia.

Elías tuvo miedo y se escapó para salvar su vida; llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su criado.

Todos éstos sufrirán el castigo de una perdición eterna lejos de la presencia del Señor y de su gloria esplendorosa,

Porque si predico el evangelio, no tengo de qué sentir orgullo; es mi obligación hacerlo. Pues ¡ay de mí si no evangelizare!

Yo no fui desobediente, oh rey Agripa, a la visión celeste,

Tarsis comerciaba contigo por tus riquezas de todo género; con plata, hierro, estaño y plomo pagaba tus mercancías.

Cultiva la tierra, hija de Tarsis, que ya no existe tu puerto.

Y el Señor dijo a Satán: 'Bien, en tus manos está toda su hacienda; cuida sólo de no descargar tu mano sobre él'. Y Satán se retiró de la presencia del Señor.

Salomón hizo el censo de todos los extranjeros residentes en Israel, después del que había hecho su padre David, y salieron 153.600.

Pablo, en cambio, juzgaba que no debían llevar al que los había dejado en Panfilia y no los había acompañado en la tarea.

Y Jesús le dijo: 'El que pone la mano en el arado y mira atrás no es apto para el reino de Dios'.

El espíritu me levantó y me arrebató; iba yo amargado, con el ánimo lleno de excitación, mientras la mano del Señor pesaba fuertemente sobre mí.

Sí, los barcos para mí se congregan, y al frente de ellos los navíos de Tarsis, para traer de lejos a tus hijos, con su plata y su oro, por el nombre del Señor tu Dios, por el Santo de Israel, esplendor tuyo.

contra todas las naves de Tarsis, contra todos los objetos preciosos.

Satán salió de la presencia del Señor e hirió a Job con una llaga maligna desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza.

Llegó y pasó la noche en una cueva. El Señor le dijo: '¿Qué haces aquí, Elías?'.

Oyeron después los pasos del Señor Dios, que se paseaba por el jardín a la brisa de la tarde, y el hombre y su mujer se escondieron de su vista entre los árboles del jardín.

Como Lida está cerca de Jafa, los discípulos enviaron dos hombres para pedirle que fuera rápidamente a Jafa.

Esto fue notorio en toda Jafa, y muchos creyeron en el Señor.

Dieron dinero a los canteros y a los carpinteros; mandaron víveres, bebidas y aceite a los sidonios y a los tirios para que enviasen por mar madera de cedro desde el Líbano a Jafa, conforme a la autorización que les había dado Ciro, rey de Persia.

Los que a la mar se hicieron con sus naves, buscando su negocio en las aguas inmensas,

recubiertos están de láminas de plata importada de Tarsis, y de oro de Ofir, trabajo de escultor, de manos de un orfebre; vestidos de púrpura violeta y escarlata, todos ellos son sólo obras de artífices.

Aquellos hombres, llenos de miedo, le dijeron: '¿Por qué has hecho esto?'. (Por lo que había dicho sabían que huía de la presencia del Señor).

y te cortaremos toda la madera que necesites del Líbano, haciéndotela llegar en balsas hasta Jafa, donde la recogerás tú para llevarla a Jerusalén'.

El rey tenía una flota que iba a Tarsis con los súbditos de Jirán, y cada tres años volvía cargada de oro, plata, marfil, monos y pavos reales.

Pero tú, hijo de hombre, escucha lo que te digo; no seas rebelde como esta raza de rebeldes; abre la boca y come lo que te doy'.




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