Mi alma te ansía por la noche, y mi espíritu, en mi interior, te espera a la mañana; pues cuando tus juicios se ejecutan en la tierra, aprenden justicia los habitantes del mundo.
Naamán dijo: 'Déjame llevar tierra, la carga de un par de mulas, pues tu siervo no ofrecerá ya holocaustos y sacrificios a otros dioses fuera del Señor.
El ángel del Señor le respondió: 'Aunque me quedara, no comería tus manjares; pero, si quieres, prepara un holocausto y ofréceselo al Señor'. Manóaj no sabía que era el ángel del Señor,
Entonces clamaron al Señor y dijeron: 'Señor, no nos hagas perecer por la vida de este hombre ni nos hagas responsables de sangre inocente, ya que tú, Señor, puedes hacer lo que quieras'.
¿No lograréis temerme -dice el Señor-, no temblaréis ante mí, que he puesto la arena como límite al mar, como barrera eterna que no ha de traspasar? Por más que se agita, es impotente; sus olas braman, mas no la rebasarán.