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Referencias Cruzadas

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Joel 2:23

Biblia Martin Nieto

Y vosotros, gentes de Sión, alegraos y regocijaos en el Señor, vuestro Dios, porque él os da la lluvia de otoño con justa medida, hace caer sobre vosotros la lluvia de otoño y la de primavera como anteriormente.

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42 Referencias Cruzadas  

Alegraos en el Señor siempre; lo repito: alegraos.

os daré a su debido tiempo la lluvia necesaria, la tierra producirá sus frutos, los árboles de los campos darán los suyos;

Esforcémonos en conocer al Señor. Es cierta como la aurora su venida: vendrá a nosotros como viene la lluvia, como la lluvia de primavera que fecunda la tierra.

yo daré a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, lluvia de otoño y primavera, y tú podrás cosechar tu trigo, tu mosto y tu aceite;

Las aventarás y el viento se las llevará, las esparcirá el torbellino; mas tú te regocijarás en el Señor, en el Santo de Israel te gloriarás.

Que Israel se regocije en su hacedor, y los hijos de Sión festejen a su rey.

Por lo demás, hermanos míos, alegraos en el Señor. No me resulta molesto escribiros las mismas cosas, y a vosotros os es útil.

Pedid al Señor la lluvia en la primavera. El Señor es quien forma los relámpagos y envía lluvia abundante. Él da el pan al hombre y la hierba al ganado.

El Señor es mi fortaleza, él es mi escudo; mi corazón confió en él, y él me socorrió; me alegro de todo corazón y le doy gracias cantando.

Él te dará la lluvia para la simiente que siembres en tu tierra; el pan, producto de tu campo, será pingüe y enjundioso; y tu ganado pastará aquel día en amplios pastizales.

Descienda como la lluvia mi enseñanza, / caiga como el rocío mi cantar, / como llovizna sobre el césped, / como chubasco sobre el verde.

El Señor abrirá para ti su maravilloso tesoro, los cielos, para dar a su tiempo la lluvia a tu tierra y bendecir las obras de tus manos. Prestarás a muchas gentes y de nadie tomarás prestado.

La verdadera circuncisión somos nosotros, los que damos culto llevados del Espíritu de Dios y estamos orgullosos de Cristo Jesús, no poniendo nuestra confianza en algo humano,

Efraín será como un héroe, se alegrará su corazón como por el vino; sus hijos, al verlos, se llenarán de alegría, y su corazón se regocijará en el Señor.

No han dicho en su corazón: 'Temamos al Señor nuestro Dios, que nos manda la lluvia, la lluvia temprana y la lluvia tardía a su tiempo, y que nos concede las semanas justas para la cosecha'.

Ojalá le agrade mi poema, pues sólo en él encuentro mi alegría.

Cesaron los aguaceros y la lluvia tardía no llegó; pero con tu rostro de mujer perdida ni siquiera te has sonrojado.

Yo salto de gozo con el Señor, mi alma se entusiasma con mi Dios, porque me ha puesto los vestidos de la salvación, me ha envuelto en el manto de la justicia, como un recién casado se ciñe la diadema o una novia se adorna con sus joyas.

y tus oídos oirán resonar detrás de ti estas palabras: Éste es el camino, seguidlo, ya estéis a la derecha o a la izquierda.

En la serenidad del rostro del rey está la vida, y su favor es cual lluvia primaveral.

Alegraos en el Señor, justos, regocijaos, gritad de alegría todos los corazones rectos.

Mas si hay entonces junto a él un ángel, un mediador, uno entre mil, que enseñe al hombre su deber,

Salta de júbilo, hija de Sión; alégrate, hija de Jerusalén, porque tu rey viene a ti: justo y victorioso, humilde y montado en un asno, joven cría de una asna.

También os negué la lluvia los tres meses antes de la siega, e hice llover sobre una ciudad y sobre otra no; en un campo llovió y otro campo se secó por falta de lluvia.

Los hijos de Sión, preciosos, estimados como el oro fino, ¡ay, son tratados como vasos de arcilla, obra de manos de alfarero!

Porque yo tenso mi arco, Judá, y pondré como flecha a Efraín. Blandiré a tus hijos, Sión (contra tus hijos, Yaván), y te haré como la espada de un héroe.

sin embargo, no ha cesado jamás de dar testimonio de sí mismo haciendo el bien, mandándoos desde el cielo lluvias y estaciones fructíferas y saciándoos de comida y llenando vuestros corazones de felicidad'.

dichoso el hombre que tiene en ti su fortaleza y lleva en su corazón tus caminos.

escucha tú en el cielo, perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enséñales el buen camino por donde deben andar y manda la lluvia sobre la tierra que le diste en heredad.

Ya como castigo y maldición, ya como señal de bondad, él los envía.

Él cubre de nubes el cielo, prepara la lluvia para la tierra y hace brotar hierba en los montes;

Los asentaré en torno a mi colina. Mandaré a su tiempo las lluvias, lluvias de bendición.




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