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Referencias Cruzadas

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Joel 2:1

Biblia Martin Nieto

¡Tocad la trompeta en Sión, dad la alarma sobre mi monte santo; tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el día del Señor, porque está cerca!

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53 Referencias Cruzadas  

Se acerca el fin de todas las cosas. Sed sobrios y dedicaos a la oración.

¡Tocad la trompeta en Sión, proclamad un ayuno sagrado, convocad una asamblea,

¡Ay, qué día; cercano está el día del Señor; que viene como devastación del todopoderoso!

Aquel día no tendrás que avergonzarte de los crímenes con los que te rebelaste contra mí; porque entonces yo quitaré de en medio de ti a tus orgullosos fanfarrones y dejarás de presumir de mi santo monte.

Cerca está el gran día del Señor, está cerca y llega velozmente. ¡Ya se oye el ruido del día del Señor, y hasta el valiente dará gritos de espanto!

¿No lograréis temerme -dice el Señor-, no temblaréis ante mí, que he puesto la arena como límite al mar, como barrera eterna que no ha de traspasar? Por más que se agita, es impotente; sus olas braman, mas no la rebasarán.

Todo esto lo ha hecho mi mano, y mío es todo ello -dice el Señor-. Pero aquel en quien fijo yo mis ojos es el humilde, el de contrito corazón, que tiembla a mi palabra.

Vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como el ladrón en la noche.

Porque está cerca el día del Señor para todas las naciones. Como tú has hecho, así te harán a ti; tus acciones recaerán sobre tu cabeza.

¿Sonará la trompeta en la ciudad sin que el pueblo se alarme? ¿Sucederá en la ciudad una desgracia sin que el Señor la haya causado?

Tocad el cuerno en Guibeá, la trompeta en Ramá; dad la alarma en Bet- Avén; y tú, alerta, Benjamín.

Ha llegado la hora, se acerca el día; no se alegre el comprador, el vendedor no se entristezca, porque la ira se cierne sobre todo el pueblo.

Anunciadlo en Judá, publicadlo en Jerusalén, tocad la trompeta en el país, gritad con voz potente y decid: ¡Reuníos, entremos en las ciudades fortificadas!

Aguardad también vosotros pacientemente; fortaleced vuestros ánimos, porque la venida del Señor está próxima.

Por tanto, queridos hermanos, como siempre habéis obedecido, no sólo durante mi presencia, sino también y mucho más mientras estuve ausente, trabajad por vuestra salvación con profundo acatamiento

día de trompetas y de alarmas contra las ciudades fortificadas y los altos torreones.

Y me dijo: '¿Qué ves, Amós?'. Yo contesté: 'Una canasta de frutas maduras'. El Señor me dijo: 'Viene el fin sobre mi pueblo Israel; no le perdonaré más tiempo'.

¡Emboca la trompeta! Hay un águila sobre la casa del Señor, porque han violado mi alianza, han quebrantado mi ley.

y éste, viendo avanzar la espada sobre el país, toca la trompeta y da la alarma al pueblo,

Diles: Esto dice el Señor Dios: Haré que calle este proverbio y no se oirá repetir más en Israel. Diles en cambio: Se acercan los días y el cumplimiento de toda visión.

He aquí el día, ya llega. Tu suerte está echada. Florece la injusticia, ha germinado el orgullo

Todavía estaba yo hablando, rezando y confesando mis pecados y los pecados de mi pueblo Israel y derramando mi súplica ante el Señor, mi Dios, por el santo monte de mi Dios;

Señor, movido por tu misma justicia, retira tu cólera y tu furor de Jerusalén, que es tu ciudad, tu santo monte; pues a causa de nuestros pecados y de las injusticias de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo se han hecho el escarnio de todas las gentes circundantes.

El rey Darío escribió entonces a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: 'Vuestra paz sea muy grande.

Si, por el contrario, el centinela, al ver que la espada se acerca, no da la alarma con la trompeta y el pueblo no es prevenido, y la espada, irrumpiendo, hiere a alguno, éste perecerá por su culpa, pero de su sangre pediré yo cuentas al centinela.

Y cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas y te pregunten: ¿Por qué ha decretado el Señor contra nosotros esta gran calamidad? ¿Cuál es nuestro crimen y qué falta hemos cometido contra el Señor nuestro Dios?

Nadie partirá el pan con quien está de duelo para consolarlo por un muerto; nadie le ofrecerá la copa del consuelo por la muerte del padre o de la madre.

Escuchad la palabra del Señor los que tembláis a su palabra: Han dicho vuestros hermanos que os odian, que os aborrecen a causa de mi nombre. ¡Que el Señor manifieste su gloria para que podamos ver vuestra alegría! Pero ellos serán avergonzados.

Pues el Señor todopoderoso tendrá su día contra toda soberbia y todo orgullo, contra todo lo que se alza, para abatirlo;

ante ti se estremece mi cuerpo de terror, tengo miedo de tus decisiones.

Salmo de los hijos de Coré. Cántico

Al toque de las dos trompetas, toda la comunidad se reunirá contigo a la puerta de la tienda de la reunión.

Esto dice el Señor omnipotente: 'Vuelvo a Sión y habitaré en Jerusalén. Jerusalén será llamada de nuevo ciudad fiel, y la montaña del Señor omnipotente, montaña santa'.

Todo Israel trasladó el arca de la alianza del Señor en medio de aclamaciones al son de las bocinas, las trompetas, los címbalos, las liras y las cítaras.

Si la corneta da un sonido indefinido, ¿quién se pondrá en orden de batalla?

porque ha llegado el gran día de su ira, y ¿quién podrá resistir?

que subió por todo Egipto posándose en todo su territorio en cantidad inmensa, como no la hubo antes ni la habrá después.

Pues está cercano el día, está próximo el día del Señor, día cargado de nubarrones será el tiempo de las naciones.

El Señor da la voz al frente de sus tropas. Sí, innumerable es su ejército, poderoso el ejecutor de su palabra; sí, grande es el día del Señor, muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?

¡Ay de los que ansían el día del Señor! ¿De qué os servirá el día del Señor? Será tinieblas y no luz.

Ya viene el día del Señor, en que se repartirán el botín en medio de ti.

'Hazte dos trompetas de plata trabajada a cincel, que te sirvan para convocar a la comunidad y dar la orden de partida a los campamentos.

¡Gritad, que el día del Señor se acerca; viene como una devastación del omnipotente!

Ved; ya viene el día del Señor, implacable, con furia y cólera encendida, a convertir la tierra en un desierto, a exterminar a los pecadores.

Y cuando te pregunten: ¿Por qué gimes?, les dirás: Por una noticia, a cuya llegada se derretirá todo corazón, desmayarán todos los brazos, se consternará todo ánimo y todas las rodillas vacilarán. Ya llega, ya se cumple, dice el Señor Dios'.

Silencio ante el Señor Dios, porque su día está cercano; porque el Señor ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados.




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