Y tú no intercedas en favor de este pueblo, no eleves por ellos ni súplicas ni oraciones: porque no les escucharé cuando acudan en el tiempo de su desgracia'.
¿Acaso se devuelve mal por bien? Pues están cavando una fosa para mí. Recuerda cómo me he presentado ante ti para hablarte en favor suyo y alejar de ellos tu furor.
Cuando extendéis las manos, aparto mis ojos de vosotros; aunque multipliquéis vuestras plegarias, no las escucho. Vuestras manos están llenas de sangre.
Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que lleve a la muerte, rece por él, y Dios le dará la vida; esto lo digo para los pecados que no llevan a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte; por éste no digo que recen.
Tú me has abandonado -dice el Señor-, me has vuelto la espalda, y yo he extendido mi mano contra ti para aniquilarte: ¡Ya estoy cansado de compadecerme!
Por eso la tierra se pondrá de luto, y los cielos en lo alto se oscurecerán. Porque he hablado y no me arrepentiré; lo he resuelto y no me volveré atrás.