Como un pozo hace manar sus aguas, así hace manar ella sus crímenes. ¡Violencia! ¡Injusticia! Esto es lo que se oye en ella; ante mí, sin cesar, sufrimientos y heridas.
Así esta ciudad se ha hecho el blanco de mi furor y de mi indignación desde el día en que se fundó hasta el día de hoy, y tendré que venir a hacerla desaparecer de mi vista
Esto dice el Señor Dios: ¡Ya tenéis bastante, príncipes de Israel! Desistid de la violencia y la rapiña, practicad el derecho y la justicia, quitad las confiscaciones de mi pueblo, dice el Señor Dios.
Por tanto, esto dice el Señor Dios: Por haber pregonado con jactancia vuestros crímenes, descubriendo vuestras rebeliones y manifestando vuestros pecados en todo vuestro proceder; por haber llamado así la atención sobre vosotros, por eso seréis castigados.