Llora a raudales en la noche y las lágrimas surcan sus mejillas. Nadie hay que la consuele entre todos sus amantes; la han traicionado todos sus aliados, se le han vuelto enemigos.
Pero el séptimo mes llegó Ismael, hijo de Netanías y nieto de Elisamá, de estirpe real, con diez hombres y mató a Godolías y a los judíos y caldeos que estaban con él en Mispá.
Ismael, hijo de Netanías, y los diez hombres que le acompañaban se levantaron e hirieron a espada a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, matando así a aquel a quien el rey de Babilonia había puesto al frente del país.