Aquel mismo año, al comienzo del reinado de Sedecías, rey de Judá, el quinto mes del año cuarto, el profeta Ananías, hijo de Azur, natural de Gabaón,me dijo en el templo del Señor delante de los sacerdotes y de todo el pueblo:
En los mismos términos hablé también a Sedecías, rey de Judá. Le dije: 'Ofreced vuestro cuello al yugo del rey de Babilonia; someteos a él y a su pueblo, y viviréis.
Luego se las enviarás al rey de Edón, al rey de Moab, al rey de los amonitas, al rey de Tiro y al rey de Sidón, por medio de los embajadores que han venido a Jerusalén cerca de Sedecías, rey de Judá.