Tal vez el pueblo de Judá, al escuchar todas las calamidades que proyecto mandarles, se convierta de su mala conducta y yo pueda perdonarles sus crímenes y sus pecados'.
y se encaró así con el Señor: 'Ah, Señor, ¿no lo decía yo ya cuando estaba todavía en mi tierra? ¿Y no fue por esto por lo que me apresuré a ir a Tarsis? Yo sabía que tú eres un Dios clemente, misericordioso y paciente, lleno de compasión y pronto a arrepentirte de las amenazas.
Tal vez eleven súplicas al Señor y se conviertan de su mala conducta; pues grande es la cólera y el furor con que el Señor ha amenazado a este pueblo'.
Así, pues, enmendad vuestra conducta y vuestra manera de obrar, escuchad la llamada del Señor, vuestro Dios, y el Señor retirará la desgracia con que os ha amenazado.
Hijo de hombre, prepara tu equipaje de emigrante y emigra en pleno día a sus propios ojos; emigrarás de tu lugar a otra localidad ante su vista. Es posible que comprendan, aunque son gente rebelde.
No actuaré según el ardor de mi ira, no destruiré más a Efraín, porque yo soy Dios, no un hombre; en medio de ti yo soy el Santo, y no me gusta destruir.
¿Acaso por eso le condenaron a muerte Ezequías, rey de Judá, y todo Judá? ¿No temieron más bien al Señor; no imploraron su gracia, hasta obtener que retirara la desgracia con que les había amenazado? ¿Y vamos nosotros a cargar con un delito tan grave?'.
Y si el delincuente se convierte de todos los delitos que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivirá, sin duda; no morirá.