Pues he escuchado la calumnia de la gente: '¡Terror por todas partes! ¡Anunciadlo, anunciémoslo!'. Todos los que eran mis amigos me espiaban a ver si daba un paso en falso: '¡Quizás se deje seducir; nosotros lo venceremos y nos vengaremos de él!'.
Has convocado como en un día de fiesta el terror por todas partes; no ha habido, en el día de tu ira, escapado ni superviviente. Los que yo había criado y educado, mi enemigo los exterminó.
¿Qué veo? Están asustados, retroceden; los más valientes son despedazados, huyen a la desbandada sin volver la cabeza. ¡Terror por todas partes! -dice el Señor-.
Por esto, vienen días -dice el Señor- en que no se dirá más 'Tofet' ni 'valle de Ben-Hinnón', sino 'valle de la matanza'. Y Tofet llegará a ser lugar de sepultura por no haber otro lugar.
Caerá mi mano sobre los profetas que tienen visiones falsas y anuncian presagios mentirosos, no serán admitidos en el consejo de mi pueblo, no serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni entrarán en la tierra de los hijos de Jacob, y sabréis que yo soy el Señor Dios.