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Referencias Cruzadas

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Jeremías 19:4

Biblia Martin Nieto

me han abandonado, han enajenado este lugar, han ofrecido en él incienso a dioses extraños que no habían conocido ni ellos ni sus padres ni los reyes de Judá, han llenado este lugar de sangre inocente.

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49 Referencias Cruzadas  

Hasta en la orla de tu vestido tienes sangre de los pobres y de los inocentes; ¡a éstos no los sorprendiste en ningún delito, sino junto a los terebintos!

Pero a vosotros, que abandonasteis al Señor, que os olvidasteis de mi santo monte, que preparasteis una mesa para Gad y llenasteis una copa para Mení,

Además, Manasés vertió muchísima sangre inocente, hasta anegar Jerusalén de extremo a extremo, aun prescindiendo del pecado que hizo cometer a Judá haciendo lo que es malo a los ojos del Señor.

El Señor mandará contra ti maldición, angustia y pánico en todas tus empresas, y en poco tiempo serás totalmente destruido por haberlo abandonado con tus malas acciones.

¡Cómo! ¡Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, ofrecéis sacrificios a Baal, corréis tras dioses que no conocéis,

¡Oh esperanza de Israel, Señor, todos los que te abandonan serán cubiertos de vergüenza; los que se apartan de ti, serán condenados, porque abandonaron al Señor, la fuente de agua viva!

Porque tus dioses, oh Judá, son tan numerosos como tus ciudades; y tantos como las calles que hay en Jerusalén son los altares de infamia que vosotros habéis levantado para ofrecer incienso a Baal.

Tus iniquidades te castigan, tus infidelidades te condenan. Date cuenta, comprende qué funesto es y qué amargo abandonar al Señor tu Dios, no tener ya temor de mí, dice el Señor Dios todopoderoso.

¿No te ha sucedido esto por haber abandonado al Señor tu Dios, cuando él te guiaba por el camino?

Doble iniquidad ha cometido mi pueblo: me han abandonado a mí, la fuente de agua viva para excavarse aljibes, aljibes agrietados, que no retienen agua.

Sus pies corren hacia el crimen y se apresuran a derramar sangre inocente; sus planes son criminales; sólo devastación y ruina por donde pasan.

y de la sangre inocente que él había derramado hasta llenar Jerusalén. El Señor no quiso perdonar.

Ellos han derramado la sangre de los santos y de los profetas, y tú les has dado a beber sangre: se lo merecían.

Pero Dios pedirá cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas asesinados desde la creación del mundo,

Fue por los pecados de sus profetas, por las iniquidades de sus sacerdotes, que en medio de ella derramaban la sangre de los justos.

los cuales sacaron de Egipto a Urías y lo condujeron al rey Joaquín, quien le mandó matar a espada y arrojar el cadáver a la fosa común.

pero pensad y tened en cuenta que, si me matáis, derramaréis sangre inocente sobre vosotros mismos, sobre esta ciudad y sus habitantes, porque es verdad que el Señor me ha mandado a vosotros a pronunciar todas estas palabras para que las escuchéis'.

Pero tus ojos y tu corazón buscan tan sólo tu propio interés, sangre inocente que derramar, explotación y violencia que ejercer.

¡Pues mi pueblo me ha olvidado a mí y ofrece incienso a la pura nada! Han tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para tomar veredas tortuosas, un camino no allanado;

Les responderás: Porque vuestros padres me abandonaron y no observaron mi ley.

Tú me has abandonado -dice el Señor-, me has vuelto la espalda, y yo he extendido mi mano contra ti para aniquilarte: ¡Ya estoy cansado de compadecerme!

Por eso el león de la selva los asalta, el lobo del desierto los destroza, el leopardo está al acecho ante sus ciudades; todo el que sale fuera es despedazado; porque son muchos sus delitos, abundantes sus rebeldías.

En vano he castigado a vuestros hijos; no habéis aprendido la lección; vuestra espada devoró a vuestros profetas como un león devastador.

El Señor te dispersará entre todos los pueblos, de uno a otro extremo de la tierra, y allí serviréis a otros dioses de madera y de piedra desconocidos de ti y de tus padres.

El Señor te hará ir a ti y al rey que hayas constituido sobre ti a una nación desconocida para ti y para tus padres, y allí servirás a dioses extranjeros, hechos de leño y de piedra,

Si oyes decir que en una de las ciudades que el Señor te ha dado para habitar en ellas,

El profeta y el soñador deberán morir, pues han predicado la rebelión contra el Señor, vuestro Dios, que os sacó de Egipto y os libertó de la casa de la esclavitud, queriendo apartaros del camino por donde el Señor, tu Dios, os ha mandado ir. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti.

Además profanó el Tofet en el valle de Ben Hinnón, para que nadie pasase a su hijo o a su hija por el fuego en honor de Moloc.

Y yo pronunciaré mis sentencias contra ellas, contra toda su malicia, porque me han abandonado para quemar incienso a dioses extraños, para postrarse ante la obra de sus manos.

si no oprimís al extranjero, al huérfano y a la viuda; si no derramáis sangre inocente en este lugar; si no vais, para daño vuestro, en pos de dioses extraños,

Diles: Escuchad la palabra del Señor, reyes de Judá, y vosotros, judíos todos y habitantes de Jerusalén que pasáis por estas puertas.

Esto dice el Señor: Practicad el derecho y la justicia y librad al oprimido de las manos del explotador; no maltratéis al extranjero, al huérfano y a la viuda; no los hagáis violencia, ni derraméis sangre inocente en este lugar.

a causa del mal que cometieron para irritarme, quemando incienso y sirviendo a dioses extraños, desconocidos de ellos, de vosotros y de vuestros padres.

Retiraré mi rostro de ellos y mi tesoro será profanado, penetrarán en él los invasores y lo profanarán.

les hice contaminarse con sus propias ofrendas, haciéndoles sacrificar a todo primogénito para castigarlos, a fin de que conociesen que yo soy el Señor.

Mandará parte de sus fuerzas a profanar el santuario y la fortaleza; pondrán fin al sacrificio perpetuo, y en su lugar establecerán el sacrificio horrible.

Se preferían dioses extranjeros; la guerra llegaba ya a las puertas; apenas se veía un escudo o una lanza entre los cuarenta mil de Israel.

derramaron una sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que inmolaron a los ídolos de Canaán, y el país quedó manchado con delitos de sangre;

Y setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel, entre los cuales se encontraba Jazanías, hijo de Safán, estaban de pie ante aquéllos, cada uno con su incensario en la mano, del cual subía el perfume del incienso.




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