Abandonaron el templo del Señor, Dios de sus padres, y dieron culto a imágenes de Aserá y a otros ídolos. Esto provocó la cólera divina, que cayó sobre Judá y Jerusalén.
Desde antiguo has quebrado tu yugo, has roto tus coyundas y has dicho: 'No quiero servir'. En efecto, sobre toda colina elevada, bajo todo árbol verde te has tumbado como una prostituta.
Reconstruyó las colinas que su padre Ezequías había destruido, levantó altares a Baal, hizo imágenes de Aserá y adoró a todos los astros del cielo y les rindió culto.
Yo los llevé hasta la tierra que había jurado, mano en alto, darles. Pero al ver cualquier colina elevada o cualquier árbol frondoso, ofrecieron allí sus sacrificios, presentaron sus ofrendas irritantes, quemaron sus perfumes y derramaron sus ofrendas de vino.
Los niños amontonan leña y los padres encienden el fuego; las mujeres amasan harina para hacer tortas a la reina del cielo y presentan ofrendas en honor de dioses extranjeros para herirme a mí.
Su oración y su acogida, todas sus prevaricaciones y su impiedad, los lugares en los que levantó altares y puso imágenes de Aserá e ídolos antes de su conversión, están escritos en las crónicas de Jozay.
El Señor me dijo en tiempo del rey Josías: ¿Has visto lo que hace la rebelde Israel? Ha subido a todo monte alto, y bajo todo árbol verde se ha prostituido.
Destruiréis totalmente todos los lugares donde las naciones que vais a desalojar han dado culto a sus dioses; sobre las montañas, sobre los collados y bajo todo árbol frondoso: