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Referencias Cruzadas

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Jeremías 14:3

Biblia Martin Nieto

Los ricos mandan a sus siervos a buscar agua; éstos van a los aljibes, no encuentran agua y vuelven con sus cántaros vacíos; quedan consternados, humillados, y se cubren la cabeza.

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23 Referencias Cruzadas  

David subía la pendiente de los olivos; subía llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos, y todo el pueblo que le acompañaba iba también con la cabeza cubierta y llorando.

Por favor, Señor, ven a socorrerme, ven corriendo a ayudarme;

No escuchéis a Ezequías, pues esto dice el rey de Asiria: Haced la paz conmigo y entregaos a mí, y así podrá comer cada uno los frutos de su viña y de su higuera y beber el agua de su cisterna

Dos o tres ciudades iban corriendo a otra para beber agua, y no apagaban la sed; ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor.

Doble iniquidad ha cometido mi pueblo: me han abandonado a mí, la fuente de agua viva para excavarse aljibes, aljibes agrietados, que no retienen agua.

Hasta las bestias salvajes se vuelven hacia ti, porque se han secado las corrientes de agua y el fuego ha devorado los pastizales del desierto.

Pero el Señor está conmigo como un héroe potente: caerán mis adversarios derrotados; ahí están en su fracaso avergonzados, en ignominia perpetua, inolvidable.

El suelo no da su fruto, porque no hay lluvia en el país; los labradores, consternados, se cubren la cabeza.

que mis calumniadores se vistan de ignominia, que los cubra la vergüenza como un manto.

Pero se ve frustrada su esperanza, al llegar junto a ellos quedan confundidos.

Mardoqueo volvió luego a la puerta real, mientras Amán volvía a su casa triste y descompuesto.

Pero al cabo de algún tiempo se secó el torrente por no haber llovido en el país.

Por eso aquel día las tropas entraron furtivamente en la ciudad, como entra la gente avergonzada de haber huido en la batalla.

También de allí saldrás con las manos en la cabeza, porque el Señor ha desechado a aquellos en los que confiabas y no tendrás éxito con ellos.

Cesaron los aguaceros y la lluvia tardía no llegó; pero con tu rostro de mujer perdida ni siquiera te has sonrojado.

¿Por qué mi dolor no tiene fin? ¿Por qué mi herida es incurable, indócil al remedio? ¿Vas a ser para mí como un arroyo engañador, de aguas caprichosas?

De sed, la lengua de los niños de pecho se pega al paladar; los pequeños piden pan, no hay quien se lo dé.

Diréis a vuestros hermanos: 'Mi-pueblo', y a vuestras hermanas: 'Compadecida'.

Para las familias de la tierra que no vayan a Jerusalén a adorar al rey, el Señor todopoderoso, no habrá lluvia.

También os negué la lluvia los tres meses antes de la siega, e hice llover sobre una ciudad y sobre otra no; en un campo llovió y otro campo se secó por falta de lluvia.




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