No imitéis las costumbres de las gentes que yo echo delante de vosotros, las cuales han practicado todas estas iniquidades y se han hecho objeto de mi aborrecimiento.
Y no sucederá lo que pasa por vuestra mente, cuando andáis diciendo: ¡Seremos como las gentes, como los pueblos de los otros países, adoradores del leño y la piedra!
Y os dije: Yo soy el Señor, vuestro Dios. No adoraréis a los dioses de los amorreos cuyas tierras vais a ocupar. Pero vosotros no me habéis obedecido'.