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Referencias Cruzadas

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Jeremías 1:18

Biblia Martin Nieto

Yo te constituyo en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro, como muro de bronce frente a todo el país: frente a los reyes de Judá, sus jefes, sus sacerdotes y el pueblo de la tierra.

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21 Referencias Cruzadas  

El Señor Dios viene en mi ayuda; por eso soporto la ignominia, por eso he hecho mi rostro como pedernal y sé que no quedaré defraudado.

Yo te constituiré para este pueblo, cual muralla de bronce inconmovible. Lucharán contra ti, mas no te vencerán, pues yo estaré contigo para salvarte y librarte -dice el Señor-.

Yo te he establecido como examinador en medio de mi pueblo, para que conozcas y examines su conducta.

'Esto dice el Señor, Dios de Israel: Así habréis de decir al rey de Judá, que os ha enviado a consultarme: El ejército del Faraón, que venía en vuestra ayuda, se va a volver a su país de Egipto,

'Esto dice el Señor: El que se quede en la ciudad morirá a espada, de hambre y de peste; pero el que se entregue a los caldeos vivirá. Su propia vida será su botín; sí, vivirá.

Por tanto, sabed bien que moriréis a espada, de hambre y de peste en el lugar a donde queréis ir a vivir'.

Y tú no podrás escapar ante él. Serás hecho prisionero y caerás en sus manos; te llevarán a su presencia, él te hablará cara a cara, y después irás a Babilonia.

Esto dice el Señor, Dios de Israel: Yo haré volver atrás las armas que lleváis en vuestras manos y con las cuales combatís fuera de las murallas contra el rey de Babilonia y los caldeos que os tienen asediados, y las amontonaré en medio de esta ciudad.

Y se lo presentó a Jesús. Jesús le miró y dijo: 'Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas' (que significa piedra).

Pero si no sales a entregarte a los generales del rey de Babilonia, la ciudad caerá en manos de los caldeos, que la incendiarán, y tú no escaparás de sus manos'.

Al vencedor le haré columna del templo de mi Dios, y no saldrá más; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios -la nueva Jerusalén, que baja del cielo de junto a mi Dios- y mi nombre nuevo.

Pero tú, cíñete la cintura, levántate para decirles todo lo que yo te ordene. No tiembles ante ellos, no sea que te haga yo temblar en su presencia.

Lucharán contra ti, pero no podrán vencerte, porque yo estoy contigo para librarte, dice el Señor'.

¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de querella y de discordia para todo el país! No he prestado dinero, no he recibido préstamo, pero todos me maldicen.

En cuanto a Jeremías, fue protegido por Ajicán, hijo de Safán, y así no fue entregado en manos del pueblo para darle muerte.

Pero el Señor está conmigo como un héroe potente: caerán mis adversarios derrotados; ahí están en su fracaso avergonzados, en ignominia perpetua, inolvidable.




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