El Señor me dijo: '¿Qué ves, Amós?'. Respondí: 'Una plomada'. Y el Señor me dijo: 'Pongo la plomada en medio de mi pueblo Israel, y no le perdonaré por más tiempo.
Y me dijo: '¿Qué ves, Amós?'. Yo contesté: 'Una canasta de frutas maduras'. El Señor me dijo: 'Viene el fin sobre mi pueblo Israel; no le perdonaré más tiempo'.
Y me dijo: '¿Qué ves? Yo contesté: Veo un candelabro todo de oro con su aceitera en la parte superior; en él hay siete lámparas y siete tubos por los que les llega el aceite.
Pues yo, el Señor, hablaré. Todo cuanto yo diga será dicho y hecho sin tardanza. Porque será en vuestro tiempo, oh gente rebelde, cuando yo diré algo y lo cumpliré', dice el Señor Dios.