Era el año seiscientos de la vida de Noé, el día diecisiete del mes segundo, cuando irrumpieron todas las fuentes del abismo y se abrieron las compuertas del cielo.
Porque yo, que soy un hombre sujeto al mando, tengo bajo mis órdenes soldados, y digo a éste: 'Vete', y va; y a otro: 'Ven', y viene; y a mi criado: 'Haz esto', y lo hace'.
Porque dentro de siete días haré llover sobre la tierra por espacio de cuarenta días y cuarenta noches y exterminaré sobre ella todos los seres que he hecho'.