Henoc, a la edad de sesenta y cinco años, engendró a Matusalén;
de Matusalén, de Henoc, de Jaret, de Maleleel, de Cainán,
Por la fe fue arrebatado de este mundo Henoc sin experimentar la muerte; nadie lo pudo encontrar, porque lo había arrebatado Dios. Y la Escritura dice que antes de ser arrebatado había agradado a Dios.
Ya profetizó de ellos Henoc, séptimo patriarca después de Adán, diciendo: Mirad, el Señor viene con miles y miles de ángeles
Yéred vivió en total novecientos sesenta y dos años, y murió.
y después de haber engendrado a Matusalén, siguió los caminos de Dios trescientos años, y engendró hijos e hijas.