Jacob le respondió: 'Los años de mi peregrinar son ciento treinta. Pocos e infelices han sido los años de mi vida, y no alcanzaré los años de vida de mis padres durante su peregrinación'.
Ante ti somos extranjeros y emigrantes, como lo fueron todos nuestros padres. Nuestros días sobre la tierra pasan como sombra en la cual no hay esperanza.
Escucha, Señor, mi grito suplicante; presta oído a mis llantos y no te hagas el sordo, pues yo soy un invitado tuyo; un huésped, como todos mis padres.