Lamec dijo a sus mujeres: 'Ada y Sila, escuchadme; mujeres de Lamec, prestad oído a mis palabras: Por una herida maté a un hombre, y a un joven por una contusión.
Balaán pronunció esta profecía: 'Levántate, Balac, y escucha; pon atención, hijo de Sipor.
No serás vengativo ni guardarás rencor hacia tus conciudadanos. Amarás a tu prójimo como a ti mismo: yo, el Señor.
No matarás.
Cuando Jotán lo supo, fue a situarse en la cumbre del monte Garizín, levantó su voz y dijo: '¡Oídme, nobles de Siquén, y que Dios os escuche!
Sila, por su parte, parió a Tubalcaín, forjador de todo género de instrumentos de bronce y de hierro. Hermana de Tubalcaín fue Naamá.
para el día de la venganza y el desquite, / para el tiempo en que sus pies tropezarán. / Está cerca el día de su ruina, / se precipita su destino.
Oh Señor, Dios justiciero, manifiéstate, Dios justiciero.