Caín tuvo relaciones con su mujer, la cual concibió y dio a luz a Henoc. Más tarde se puso a construir una ciudad, a la que dio el nombre de su hijo Henoc.
La sentencia contra Nabucodonosor se ejecutó inmediatamente: fue expulsado de la sociedad humana, comenzó a comer hierba como los bueyes y su cuerpo fue bañado por el rocío del cielo hasta que sus cabellos llegaron a crecerle como las plumas del águila y las uñas como las de las aves.
Absalón, cuando todavía vivía, se había erigido un monumento en el Valle del Rey, porque pensaba: 'Yo no tengo hijos para conservar el recuerdo de mi nombre'. Y había puesto su nombre al monumento. Todavía hoy se llama 'el monumento de Absalón'.
Luego dijeron: 'Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos famosos y no andemos más dispersos por la tierra'.