Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán, el Terror de Isaac, no hubiera estado conmigo, tú me habrías enviado con las manos vacías. Dios vio mi dolor y el trabajo de mis manos, y ayer por la noche sentenció'.
Arriba estaba el Señor, el cual dijo: 'Yo soy el Señor, el Dios de Abrahán, tu antepasado, y el Dios de Isaac. Yo te daré a ti y a tu descendencia la tierra en que descansas.
Que el Dios de Abrahán y el Dios de Najor -el Dios de sus padres- hagan valer el derecho entre nosotros'. Entonces Jacob juró por el Terror de Isaac, su padre.
oró así: 'Señor, Dios de nuestros padres, tú eres el Dios de los cielos, tú gobiernas los reinos de la tierra, tú tienes en tu mano la fuerza y el poder; nadie puede resistirte.
David estaba muy angustiado porque la gente quería apedrearlo, pues todos estaban muy amargados, cada uno por sus hijos y por sus hijas. Pero David se confortó en el Señor, su Dios.
Yo establezco mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti de generación en generación. Un pacto perpetuo. Yo seré tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
Dios nuestro, júzgalos tú, pues nosotros nos sentimos impotentes frente a esta horda ingente que nos asalta. No sabemos qué hacer; nuestros ojos se vuelven a ti'.
Yo estoy contigo. Te guardaré dondequiera que vayas y te volveré a esta tierra, porque no te abandonaré hasta que no haya cumplido lo que te he prometido'.
El Dios de tu padre te ayuda, el todopoderoso te bendice: bendiciones que bajan del cielo, bendiciones que suben del abismo, bendiciones de pechos y seno,