Él respondió: 'No, yo soy el jefe del ejército del Señor y acabo de llegar'. Josué cayó rostro en tierra, le adoró y le dijo: '¿Cuáles son las órdenes de mi Señor a su siervo?'.
Ahí tienes a Semeí, hijo de Guerá, el benjaminita, de Bajurín, el que me lanzó atroces imprecaciones cuando yo iba a Majanayín; pero bajó a mi encuentro al Jordán y le juré por el Señor que no le mataría.
Entonces me dijo: '¿Sabes por qué he venido? Ahora me marcho otra vez a luchar con el príncipe de Persia. Cuando haya terminado, vendrá el príncipe de Grecia.
Y Eliseo oró así: 'Señor, ábrele los ojos para que vea'. Y el Señor abrió los ojos del muchacho, el cual vio el monte repleto de caballos y carros de fuego, que rodeaban a Eliseo.