no había todavía arbusto alguno del campo sobre la tierra, ni había germinado hierba alguna, porque el Señor Dios no había hecho todavía llover sobre la tierra, ni había hombre que cultivase el suelo.
Después dijo: '¡He ahí al hombre, que ha llegado a ser como uno de nosotros por el conocimiento del bien y del mal! ¡No vaya ahora a tender su mano y tome del árbol de la vida, y comiendo de él viva para siempre!'.