A la mujer le dijo: 'Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con dolor parirás a tus hijos; tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará'.
a ser prudentes, honestas, cuidadosas de los quehaceres domésticos, buenas, sumisas a sus maridos, de modo que no den ocasión a que se blasfeme contra la palabra de Dios.
La mujer cuando está de parto se siente angustiada, porque ha llegado su hora; pero cuando ya ha dado a luz al niño, no se acuerda más de la angustia por la alegría de que ha nacido un hombre en el mundo.
Pero si su marido, al saberlo, los anula el día en que lo ha sabido, todo lo que salió de sus labios, votos y obligaciones, quedan sin valor; su marido los ha anulado y el Señor la perdonará.
Andarán diciendo: 'Todo es paz y seguridad'; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar.
¿Qué dirás cuando te visiten como triunfadores aquellos a quienes habías acostumbrado a tus confidencias? ¿No te invadirán dolores como de mujer en parto?
Por eso están llenos de convulsiones mis riñones; soy presa de dolores, como los dolores de mujer en parto; la angustia me aturde, el espanto me ciega.
Sí, oigo gritos como de mujer en parto, angustias como de primeriza. Son los gritos de la hija de Sión, que gime y alarga las manos. '¡Ay de mí, que voy a sucumbir bajo los golpes de los asesinos!'.
Después de las penas de su alma, verá la luz y quedará colmado. Por sus sufrimientos mi siervo justificará a muchos y cargará sobre sí las iniquidades de ellos.