Cuando los camellos acabaron de beber, el criado tomó un anillo de oro de seis gramos de peso y se lo puso a ella en las narices; y luego, en sus brazos, dos brazaletes también de oro, de ciento veinte gramos de peso. Y le dijo:
El criado tomó diez camellos de los de su señor y partió llevando consigo toda clase de regalos de su señor. Puesto en camino, llegó a Arán Naharáyim, la ciudad de Najor.
sino que cada una de las mujeres pedirá a su vecina y a su coinquilina objetos de plata y oro y vestidos que pondréis a vuestros hijos y a vuestras hijas; y despojaréis así a los egipcios'.
Ezequías se alegró mucho y enseñó a los mensajeros su tesoro, la plata, el oro, los aromas, el aceite exquisito, así como su arsenal y lo que había en sus almacenes; nada quedó que Ezequías no les enseñara en su palacio y en sus posesiones.
Su padre les había hecho grandes donaciones en plata, oro, objetos preciosos e incluso algunas ciudades fortificadas de Judá; pero la corona la había reservado para Jorán, porque era el primogénito.