Abimelec se levantó de madrugada y llamó a todos sus servidores. Les refirió todo lo ocurrido, y aquellos hombres se llenaron de miedo.
Ahora, devuélvesela a ese hombre. Él es profeta, e intercederá por ti para que vivas. Pero si no la devuelves, tú y todos los tuyos moriréis'.
Después mandó llamar a Abrahán y le dijo: '¿Qué nos has hecho? ¿En qué te he ofendido para que nos hayas expuesto, a mí y a mi reino, a cometer un pecado tan grave? Tú has hecho conmigo lo que no se debe hacer'.