Dios hizo las bestias de la tierra, los ganados y los reptiles campestres, cada uno según su especie. Vio Dios que esto estaba bien.
Yo, con mi gran fuerza y desplegando mi poder he hecho la tierra, los hombres y los animales que existen sobre ella, y se la doy a quien quiero.
A su soplo el cielo se serena, su mano traspasa a la serpiente huidiza.
pues la palabra de Dios y la oración todo lo hace bueno.
Perecieron todos los seres vivientes que se mueven en la tierra, aves, ganados, bestias salvajes y toda la humanidad;
todo lo que tiene hálito de vida en sus narices, todo lo que habita la tierra seca, todo pereció.
Pero pregunta a las bestias, y te instruirán; a las aves del cielo, que te informarán;
De sus narices sale humo, como de una caldera hirviente al fuego.