Y a ti, leal compañero, te ruego que prestes tu ayuda a éstas, que han trabajado mucho en el evangelio conmigo y con Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Entre tanto he juzgado necesario enviaros a Epafrodito, nuestro hermano, colaborador y compañero de fatigas, el que vosotros me enviasteis con el encargo de socorrerme en mis necesidades,