Es justo que yo sienta así de todos vosotros, pues os llevo en el corazón, ya que compartís conmigo el privilegio de estar preso y de defender y consolidar el evangelio.
que por la obra de Cristo estuvo a punto de morir poniendo en peligro su vida para proporcionarme en vuestra ausencia los servicios que vosotros no me podíais prestar.