El azote que viene del norte lo alejaré de vosotros y lo guiaré hacia una tierra árida y desolada: su vanguardia hacia el mar oriental, y hacia el mar occidental su retaguardia. Y subirá su mal olor y subirá su fetidez; sí, él ha hecho grandes cosas'.
Aquel día asignaré a Gog como sepulcro un lugar famoso en Israel, el valle de los montes de Abarín, al este del mar, el que corta el paso a los viandantes; allí será enterrado Gog con toda su multitud, y se llamará por eso valle de Hamón Gog.
Pues el Señor está irritado contra todas las naciones, enfurecido contra todo su ejército. Los ha condenado al exterminio, los ha entregado a la matanza.
El Faraón dijo: 'Bien, os dejaré ir al desierto a ofrecer sacrificios a vuestro Dios, pero con la condición de que no os alejéis demasiado. ¡Rezad por mí!'.
Así lo hicieron. Aarón extendió su mano con su bastón, golpeó el polvo de la tierra, y enjambres de mosquitos se echaron sobre hombres y animales; todo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos en todo Egipto.
Les entregaron el novillo que eligieron, lo prepararon y se pusieron a invocar el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: '¡Oh, Baal, respóndenos!'. Pero no se oía voz alguna, ni nadie respondía. Y ellos continuaban danzando en torno al altar que habían hecho.
Pasado el mediodía, continuaron en su paroxismo hasta la hora de la ofrenda del sacrificio. Pero no se oía voz alguna, ni nadie respondía ni hacía caso.
Realmente están locos los jefes de Soán; los sabios consejeros del Faraón dictan necios consejos. ¿Cómo podéis decir al Faraón: Hijo de sabios soy, de antiguos reyes hijo?