El Señor dijo a Moisés: 'Di a Aarón: Extiende tu mano con tu bastón sobre los ríos, canales y estanques y haz subir las ranas por todo el territorio egipcio'.
Ellos escucharán tu voz. Tú con los ancianos de Israel irás al rey de Egipto y le diréis: El Señor, Dios de los hebreos, se nos ha aparecido; déjanos ir a tres días de camino por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios.
Dios le dijo: 'Yo estaré contigo, y ésta será la señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, adoraréis a Dios sobre este monte'.
Después de esto, Moisés y Aarón se presentaron ante el Faraón y le dijeron: 'Esto dice el Señor, Dios de Israel: Deja ir a mi pueblo para que celebre una fiesta en el desierto'.
y le dirás: El Señor, Dios de los hebreos, me ha enviado para decirte: Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto, pero hasta ahora no has querido escuchar. Ahora dice el Señor:
Ellos le dijeron: 'El Dios de los hebreos se nos ha aparecido. Deja que vayamos al desierto, a tres jornadas de camino, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios, no sea que nos castigue con peste o espada'.
El Señor lo hizo así, y enjambres de tábanos invadieron la casa del Faraón y las de sus servidores; en todo Egipto la tierra quedó infestada de tábanos.
El Señor dijo a Josué: 'Extiende hacia Ay la jabalina que tienes en la mano, porque te la voy a entregar'. Y Josué extendió hacia la ciudad la jabalina que tenía en la mano.