Moisés dijo a Dios: 'Bien, yo me presentaré a los israelitas y les diré: El Dios de nuestros padres me ha enviado a vosotros. Pero si ellos me preguntan: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?'.
para ensanchar el imperio, para una paz sin fin en el trono de David y en su reino; para asentarlo y afirmarlo en el derecho y la justicia desde ahora para siempre. El celo del Señor omnipotente hará todo esto.
¿Quién subió a los cielos y después bajó? ¿Quién ha encerrado el viento en sus puños? ¿Quién ató las aguas en su manto? ¿Quién estableció todos los límites de la tierra? ¿Cómo se llama? ¿Cuál es el nombre de su hijo? ¿Lo sabes tú?
La mujer fue a contárselo a su marido: 'Me ha venido a ver un hombre de Dios; tenía el aspecto de un ángel de Dios, lleno de majestad. No le pregunté de dónde era ni él me dijo su nombre.
El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, glorificó a su Hijo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, el cual decidió ponerlo en libertad;
Dios le dijo: 'Yo estaré contigo, y ésta será la señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, adoraréis a Dios sobre este monte'.
Y continuó: 'Dirás así a los israelitas: El Señor, Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, éste mi recuerdo por todos los siglos'.
y le dirás: El Señor, Dios de los hebreos, me ha enviado para decirte: Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto, pero hasta ahora no has querido escuchar. Ahora dice el Señor: