Éstos realizan un culto que es la imagen y sombra de las realidades celestes, según le fue advertido divinamente a Moisés cuando iba a construir el tabernáculo: Mira y hazlo todo según el modelo que se te ha mostrado en la montaña.
David dejó a su hijo Salomón el modelo del pórtico, del cuerpo central, de las cámaras superiores, de las piezas interiores y de la cámara del propiciatorio.