No te pese darle la libertad, pues sus seis años de servicio te han valido ya el doble del salario de un jornalero, y el Señor, tu Dios, te bendecirá en todo lo que hagas.
y les dije: 'Nosotros hemos rescatado, según nuestras posibilidades, a nuestros hermanos judíos, que habían sido vendidos a los paganos. ¡Y ahora sois vosotros los que obligáis a vender a vuestros hermanos para que nosotros los rescatemos!'. Se quedaron mudos, sin saber qué responder.
Una mujer, esposa de un discípulo de los profetas, fue a lamentarse a Eliseo: 'Mi marido ha muerto. Tú bien sabes que tu siervo era temeroso del Señor. Pues bien, el acreedor ha venido a llevarse mis dos hijos como esclavos'.
Esaú continuó: 'No por nada se llama Jacob; ya me ha suplantado dos veces. Se alzó con mi primogenitura, y ahora se ha llevado mi bendición'. Y añadió: '¿No tienes ya bendición para mí?'.