Él respondió: '¿Quién te ha constituido jefe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio?'. Moisés temió y dijo: 'La cosa se sabe'.
Entró en el templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo y le preguntaron: '¿Con qué autoridad haces todo esto? ¿Quién te ha dado esa autoridad?'.
Ellos le respondieron: '¡Quítate de ahí!'. Y se decían: 'Éste vino aquí como emigrante, y quiere constituirse en juez; haremos contigo peor que con ellos'. Le empujaron violentamente y trataron de romper la puerta.
A este Moisés a quien habían rechazado diciendo: ¿Quién te ha puesto por jefe y juez?, a ése Dios lo envió como jefe y libertador por mediación del ángel que se le apareció en la zarza.
¿No es bastante que nos hayas sacado de una tierra que mana leche y miel y nos hayas traído a este desierto de muerte, para que quieras todavía seguir tiranizándonos?
Se amotinaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: '¡Esto ya es demasiado! Si todos los miembros de la comunidad son santos y el Señor está en medio de ellos, ¿por qué os levantáis vosotros por encima de toda la asamblea del Señor?'.