Y dio a aquel lugar el nombre de 'Masá' y 'Meribá' -prueba y querella- por la querella de los israelitas y porque pusieron a prueba al Señor diciendo: '¿Está el Señor en medio de nosotros o no?'.
El pueblo se querelló contra Moisés diciendo: 'Danos agua para beber'. Y Moisés les dijo: '¿Por qué os querelláis conmigo? ¿Por qué tentáis al Señor?'.
Y aquel que es la Palabra / se hizo carne, / y habitó entre nosotros, / y nosotros vimos su gloria, / gloria cual de unigénito / venido del Padre, / lleno de gracia y de verdad. /
Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas profetizan por dinero y luego se apoyan en el Señor diciendo: '¿Es que no está el Señor en medio de nosotros? ¡Ninguna desgracia nos alcanzará!'.
Y Fineés, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los de Rubén, a los de Gad y a los de Manasés: 'Ahora reconocemos que el Señor está en medio de vosotros, porque no habéis cometido semejante infidelidad contra el Señor y habéis librado a los israelitas de la mano del Señor'.
Pero aquel día montaré en cólera contra él, lo abandonaré y me esconderé de él. Un cúmulo de males y desgracias lo asaltará para devorarlo. Entonces dirá: Mi Dios ya no está conmigo; por eso me ocurren estas desgracias.
'Si de verdad he hallado gracia a tus ojos, Señor, que el Señor marche en medio de nosotros; porque éste es un pueblo de cabeza dura; pero tú perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado y tómanos por tu heredad'.
que todos los que han visto mi gloria y los prodigios que he hecho en Egipto y en el desierto, los que me han puesto a prueba por diez veces y no me han obedecido,
pues fuisteis rebeldes en el desierto de Sin, cuando la comunidad se querelló conmigo, cuando yo os mandé manifestar ante ella mi santidad mediante las aguas'. (Éstas son las aguas de Meribá, de Cades, en el desierto de Sin).