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Referencias Cruzadas

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Éxodo 15:2

Biblia Martin Nieto

Mi fortaleza y mi cántico es el Señor, él fue mi salvación; él es mi Dios, yo le alabaré; el Dios de mi padre, lo ensalzaré.

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64 Referencias Cruzadas  

Dios es mi salvador; confío en él, no temo, porque mi fuerza y mi júbilo es el Señor; él es mi salvación.

mi fuerza y mi grito de guerra es él, a él le debo la victoria.

los hijos de extranjeros palidecen y abandonan temblando sus refugios.

Yo, en cambio, cantaré tu poder, aclamaré tu amor por la mañana, pues tú has sido para mí una fortaleza, un refugio en el día de mi angustia.

Señor, tú eres mi Dios; yo te ensalzo y bendigo tu nombre, porque has realizado los designios maravillosos concebidos desde antiguo, firmes y seguros.

Yo digo al Señor: 'Tú eres mi Dios'; escucha, Señor, la voz de mi plegaria.

Alabad al Señor, nuestro Dios, hincaos de rodillas ante su monte santo. El Señor, nuestro Dios, es santo.

Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del cordero, diciendo: ¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor, Dios todopoderoso!, ¡justos y verdaderos son tus caminos, oh rey de las naciones!

y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre.

Tú eres mi Dios, yo te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo.

Alabad al Señor, nuestro Dios, hincaos de rodillas ante el estrado de sus pies. Dios es santo.

mi alma se gloría en el Señor, que lo oigan los pobres y se alegren;

Él es tu gloria y tu Dios, que ha hecho por ti cosas grandes y hazañas tremendas, que tus mismos ojos han visto.

Y añadió: 'Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob'. Moisés se tapó la cara, porque temía ver a Dios.

Pues Dios, por medio de Cristo, estaba reconciliando el mundo, no teniendo en cuenta sus pecados y haciéndonos a nosotros depositarios de la palabra de la reconciliación.

Y no hay salvación en ningún otro, pues no se nos ha dado a los hombres ningún otro nombre debajo del cielo para salvarnos'.

¡Viva el Señor, bendita sea mi roca! Alabado sea Dios, el Dios de mi victoria,

Moisés dijo al pueblo: 'No temáis, estad tranquilos y veréis la victoria que hoy os dará el Señor; porque a estos egipcios que ahora veis, ya nunca los volveréis a ver.

Tú dirás al Faraón: Esto dice el Señor: Israel es mi hijo primogénito.

por él también vosotros estáis integrados en el edificio, para ser mediante el Espíritu morada de Dios.

y dice: Poca cosa es que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de nuevo a los supervivientes de Israel. Yo te he puesto como luz de las gentes, para que llegue mi salvación hasta los extremos de la tierra.

Al maestro de coro. Salmo de David

Entonces la nube cubrió la tienda de la reunión, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo.

Después de esto oí en el cielo la voz de una gran multitud que decía: ¡Aleluya! La victoria, la gloria y el poder a nuestro Dios,

Todo lo puedo en aquel que me conforta.

para que todos honren al hijo como honran al Padre. El que no honra al hijo no honra al Padre que lo envió.

Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.

Mis propios ojos han visto al Salvador

para anunciar a su pueblo la salvación, / el perdón de sus pecados, /

Y haré pasar por el fuego a esta tercera parte: la purificaré como se purifica la plata, y la probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo le escucharé; yo diré: 'Éste es mi pueblo', y él dirá: 'El Señor es mi Dios'.

Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios,

Ésta es la alianza que haré con la casa de Israel después de aquellos días -dice el Señor-: pondré mi ley en su interior, la escribiré en su corazón, y seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Oh, sí, las colinas no son más que mentira, así como el tumulto de los montes. Realmente sólo el Señor, nuestro Dios, es la salvación de Israel.

Esto dice el Señor: El cielo es mi trono y la tierra el escabel de mis pies. ¿Qué casa podríais construirme, y qué lugar para reposo mío?

Israel ha sido salvado por el Señor, salvado para siempre; no seréis avergonzados ni humillados por los siglos de los siglos.

mientras no encuentre un lugar para el Señor, una morada para el fuerte de Jacob'.

Bendito sea el Señor día tras día, él cuida de nosotros, es nuestro salvador.

Salmo de David. Canción para la dedicación del templo

El Señor es la fuerza de su pueblo, la fortaleza que salva a su mesías.

Tú me sacaste del vientre de mi madre, me pusiste seguro en su regazo;

Dios mío, de día te llamo y tú no me respondes, de noche, y tú no me haces caso;

Pero, ¿será posible que Dios pueda habitar sobre la tierra? Si los cielos en toda su inmensidad no te pueden contener; ¡cuánto menos este templo que yo he construido!

Yo te he construido una casa donde residas, un lugar donde vivas para siempre'.

Él da grandes victorias a su rey y otorga su favor a su mesías, a David y a su descendencia para siempre'.

'Vete y di a mi siervo David: No serás tú el que me construyas una casa para que habite en ella.

Yo establezco mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti de generación en generación. Un pacto perpetuo. Yo seré tu Dios y el de tu descendencia después de ti.

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad,

Tu salvación espero, ¡oh, Señor!

El arroyo Quisón los arrastró, arroyo sagrado el arroyo Quisón, los barrió con violencia.

admirad sus murallas, fijaos en sus palacios, para contar a las generaciones venideras

Sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido. Tú destruyes la casa del malvado, pones al desnudo sus cimientos hasta la roca.

Yo os haré mi pueblo, seré vuestro Dios y vosotros conoceréis que yo soy el Señor, vuestro Dios, el que os libró de la esclavitud egipcia.

Has afirmado a tu pueblo Israel como pueblo tuyo y para siempre, y tú, Señor, te has hecho su Dios.

mi Dios, mi roca, donde yo me refugio, mi escudo protector, mi salvación, mi asilo. Tú me salvas de la violencia.

Es el Señor, nuestro Dios, el que gobierna toda la tierra.

Te doy gracias porque me has escuchado, a ti te debo la victoria.




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