Desplegaste tu mano, la tierra los tragó.
Tu diestra, Señor, gloriosa en la potencia; tu diestra, Señor, abate al enemigo.
Cuando estoy en peligro, tú me sacas con vida; das a mis enemigos un puñetazo en las narices y tu diestra me salva.
Ésta es la decisión tomada contra toda la tierra; está la mano extendida sobre todas las naciones.