Entonces Moisés y los israelitas cantaron al Señor este cántico: 'Cantaré al Señor que tan maravillosamente ha triunfado, caballo y caballero precipitó en el mar.
Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del cordero, diciendo: ¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor, Dios todopoderoso!, ¡justos y verdaderos son tus caminos, oh rey de las naciones!
Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer volvió el mar a su estado normal, mientras los egipcios en su huida topaban con él. Así precipitó el Señor a los egipcios en medio del mar.
Partiste en dos mitades el mar ante ellos y lo pasaron a pie enjuto, mientras a sus perseguidores los precipitaste en el abismo, como una piedra entre aguas impetuosas.
Luego le restituiré sus viñas; haré del valle de Acor una puerta de esperanza, y ella me responderá como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto.